La espera

Faltan 9 horas con 50 minutos, hipotéticas quizá (falta todo el pedo migracional, cargar maletas, semaforito, etc, etc, similares y conexos), pero ya es menos tiempo. Mucho menos tiempo desde ese lunes que tomé un avion y luego un camión que me regresaron a mi realidad. A la realidad de intentar no extrañar, de intentar entender cosas, a la realidad de los conflictos existenciales con ciertas cosas, a la realidad de vivir soñando y debrayando.

Ahora faltan 9 horas con 45 minutos. Que pinches 5 minutos tan largos acabo de vivir, quiza ahora menos, y menos y menos.

Solo quiero que se acabe mi espera, esa espera que he vivido desde hace 3 años, en realidad 4 y medio... porque hace 4 y medio ya habia caido en un sueño, en la mas hermosa de mis chaquetas mentales. Y aún cuando nuestras situaciones eran paralelas y hacían parecer que este día seria imposible (recuerden, dos rectas paralelas se intersectan en el punto al infinito), no lo fue, no lo es, solo me queda seguir esperando. En ocasiones como estas es cuando me recuerdo que no tengo prohibido soñar y mas aún, no tengo prohibido que se realicen mis sueños.

Solo quiero que sean las 22:35, solo eso. Ahi se acabará mi espera y volveré a mi realidad, solo que es la realidad por la cual he esperado tanto. La realidad de los sueños, la realidad de al fin ir al cine, la realidad de al fin ir a los toquines, la realidad de quiza discutir o pelear, la realidad de los fines de semana de flojera, la realidad de la pelea por el control del control de la television el domingo por la noche, la realidad de los sueños britanicos, la realidad de las catalanas, la realidad que he esperado y que no se como será, pero que quiero que llegue.

Los que me conocen, se que saben que estoy vuelto loco en estos momentos, que estoy nervioso y moviendome como león enjaulado... pero tengo que esperar, solo esperar para que se acabe la espera. 9 horas con 30 mintos, largas 9 horas con 30 minutos.

PD: Pinche Blogger, no me deja publicar, al menos ya faltan 15 minutos menos